viernes, 29 de abril de 2016

TRIGÉSIMO SÉPTIMO VIAJE: SIERRA DE ALBARRACÍN (III) 16 de Abril de 2016





El récord de viajeros que hasta ahora ostentaba el viaje 28, por los pueblos de la laguna de Gallocanta con 11 viajeros, lo hemos batido en esta ocasión, pues contando a Javier que se incorporará en Albarracín, vamos 13 viajeros esta vez. 



Nunca antes habíamos planificado el viaje con el pensamiento puesto en un solo pueblo, cualquiera de los seis o siete que visitábamos tenían el mismo protagonismo, quizá Alcañiz podría disputarle a Albarracín tal distinción, pero la expectación que en nuestros viajeros despertó este último la superó ampliamente. 


ALBARRACÍN
Los árabes llamaron al lugar Aben Razin, nombre de una familia bereber, de donde se derivaría su nombre actual.
  Gentilicio: Albarriciense
  Población: 1049 Hab. (2015)
  Altitud: 1171 m.s.n.m

En mis anteriores viajes a Albarracín, había visitado la ciudad de por libre, así que en esta ocasión decidí contratar los servicios de un guía para poder enterarnos de esas cosas que todo lugar guarda y que no se ve a simple vista si alguien no te lo muestra; así que junto con otra gente, más numerosa de lo que hubiéramos deseado, iniciamos el recorrido desde la plaza Mayor, guiados por la cicerona de turno del grupo "El Andador".








Albarracín es uno de los primeros pueblos en ser declarados Monumento Nacional,-1961- y se debe a un hijo de Teruel (Tramacastilla), el arqueólogo  Martín Almagro que ya en los años cincuenta inició la lucha para conseguirlo, ¡la de barrabasadas que se tendría que oir!, ya que en aquella época no había ninguna conciencia sobre conservación del patrimonio.





Estamos acostumbrados a ver las fotografías turísticas con  calles desiertas, para así realzar más la arquitectura, sin embargo estas que os mostramos están llenas de gente, que es como os encontrareis la ciudad si la visitáis un fin de semana y es que Albarracín en verano llega a alcanzar los 70.000 habitantes.



La arquitectura de Albarracín está construida sin excavaciones, se adapta a los desniveles del terreno y las calles siguen las curvas de nivel, todo el pueblo está integrado en el paisaje, y mantiene ese aire de ciudad medieval, independiente de los reinos de Castilla y Aragón hasta 1379; eso explica las numerosas torres y murallas, no en vano los lobetanos defendieron su ciudad tanto contra unos como contra otros.


Leemos en la Gran Enciclopedia Aragonesa:


Los señores cristianos y los reyes de Aragón, sobre todo Pedro IV, recrecieron estas murallas y levantaron la mayoría de las fuertes y airosas torres que aún se conservan en pie. Sabemos documentalmente que Pedro IV, a quien tanto costó incorporar Albarracín a su corona, mandó cortar cien mil pinos para reforzar las murallas y fortalezas de la ciudad. Hoy, el imponente conjunto de su recinto amurallado, con sus tres castillos —el de Doña Blanca, el Castillo Señorial y el del Andador, constituyen una estampa de la ciudad que sorprende al que visita Albarracín y que no se explica sin conocer los avatares de aquel reino moro, luego señorío cristiano, siempre independiente y altivo.


Además de sus murallas, Albarracín ofrece el interés de su caserío, muy bien conservado con el viejo carácter de ciudad medieval. No ofrece al visitante grandes palacios: el Fuero de la ciudad sólo toleraba la existencia de uno para el obispo y otro para el Señor Soberano de la ciudad. Sin embargo, todas las construcciones forman un conjunto único, de pintoresca traza y evocador aspecto.



Hora y media duró la visita guiada, así que como aún no era la hora de la comida, mientras las féminas quedaban arriba tomando el vermut, nosotros aún tuvimos fuerzas para dar un paseo por la ribera del Guadalaviar




Excelente la elección del restaurante La Realda, un menú amplio, bien guisados todos los platos, buenos postres caseros y mejor precio; si hay que poner una pega, sería la común a casi todos los restaurantes: el vino. ¿Por qué no puede ser el vino que se incluye en los menús un poco mejor, si la comida si lo es



Para finalizar, os ofrecemos una galería de fotos  en la que nuestros fotógrafos en algunos casos, han intentado con diversa suerte hacer algo distinto de la foto convencional.






Con esto abandonamos Albarracín en vísperas de la típica fiesta de los Mayos. «Ya estamos a treinta / de abril cumplido, / asómate moza, / que mayo ha venido» folklore y amor en la plenitud de la primavera.


   CALOMARDE




  Gentilicio: Calomardeño/Calomardense
  Población: 87 Hab. (2015)
  Altitud: 1312 m.s.n.m

Bonito nombre el del río que discurre por Calomarde "río de La Fuente del Berro" que después aguas abajo  se precipitará en un salto de agua que visitamos. 
Nada más entrar en el pueblo fuimos en busca del puente de las Águilas del que ya teníamos conocimiento y enseguida a la iglesia de San Pedro que en las cercanías estaba.  



Para entonces  empezaba a chispear pues la tarde ya llevaba un par de horas amenazante, así que la visita fue necesariamente apresurada, aunque aún así nos atrevimos a subir a espaldas del pueblo a mitad de una sierra, desde donde hicimos la foto panorámica que mostramos.  


El ayuntamiento, la fragua y algunas casas singulares visitamos, antes de abandonar el núcleo urbano en dirección hacia el Salto. 
La Cascada de Calomarde, como asimismo se denomina en un nombre más aragonés, es un salto de agua de unos 20 m labrado por el río de La Fuente del Berro en calizas del Jurásico. El agua cae sobre una profunda poza revestida de construcciones travertínicas que actualmente siguen creciendo por precipitación de carbonato de calcio. El río es el afluente más importante del Guadalaviar en la Sierra de Albarracín y tiene cañones de gran valor paisajístico tanto aguas arriba como aguas abajo de la localidad de Calomarde.



Cerca de media hora estuvimos en el Salto, bajando, subiendo, con agua por todos los lados pues el chispeo se iba convirtiendo en lluvia, cuando decidimos emprender el camino hasta el que iba a ser nuestro último pueblo del día


ROYUELA
En los siglos XIII-XVI llamado el Val de Royuela (Tierra roya-rubia)


  Gentilicio: Royuelano
  Población: 221 Hab. (2015)
  Altitud: 1214 m.s.n.m

Aunque Royuela tiene casi el triple de habitantes que Calomarde, la sensación que recibimos fue más pobre, pues ahora llovía con ganas y apenas pudimos recorrer un par de calles, y refugiarnos en un bar-donde tomamos un café-  junto al ayuntamiento del siglo XVII, aunque ha perdido la Lonja de dos vanos que en la actualidad se encuentra cegada, antes de acercarnos a la iglesia de San Bartolomé del siglo XVI, construida en mampostería. 




Y el día no dio para más, así que emprendimos el viaje de regreso, como siempre cansados pero contentos, por conocer un poquito más la provincia.


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