viernes, 30 de diciembre de 2011

TERCER VIAJE: GÚDAR-JAVALAMBRE (III) 26 DE NOVIEMBRE DE 2011



      CRÓNICA


Mañanitas de niebla tardes de sol, con esa esperanza, casi certeza por el pronóstico meteorológico, iniciamos nuestro tercer viaje por las tierras turolenses, allá por la sierras de Gúdar, con un nuevo viajero, Antonio, de frente despejada, pero la verdad es que la angustia nos empezó a invadir cuando ya superado Teruel,  arriba en el puerto de Escandón la niebla era intensa todavía, afortunadamente nuestros presagios se disiparon como en el anterior viaje al bajar el puerto y vislumbrar en la lejanía Sarrión, con un cielo limpio y de azul intenso, se diría que sabedor de nuestra visita se había engalanado para ser fotografiado con su mejor aspecto.


SARRIÓN


      Nuestra entrada  fue zarrapastrosa, pues mientras unos se plantaron de golpe en el corazón del pueblo, otros evacuaban a las afueras el líquido sobrante del viaje nebuloso; por fin gracias a las nuevas tecnologías, contactamos y dimos todos en el portal de Teruel, para cumplir con el ritual habitual e iniciar nuestra primera obligación de todos los viajes: almorzar.
            
        Todos, menos José que, como siempre mientras los demás llenábamos el estómago, se dedicaba a plasmar con el lápiz la arquitectura del lugar. Veamos su obra del día

       Iniciamos pues el recorrido entrando por el portal de Teruel, dirigiéndonos hacia la plaza del ayuntamiento por la calle del mismo nombre, deteniéndonos un tanto, para escuchar la habitual lectura de los datos técnicos del lugar de boca del escéptico (pero menos) bloguero, con la casa de los Monterde al fondo.


    
    Ya cerca de la Iglesia y del ayuntamiento, nos abordó la señora Izquierdo, con la esperanza de salir en algún reportaje televisivo al vernos pertrechados de manera tan generosa de cámaras de todo tipo y no dudó en contarnos las excelencias del lugar incluso con alguna foto histórica; para no defraudar sus expectativas y aunque este blog no tenga la misma difusión que la página de TVE, ¡dónde va a parar!, incluímos el breve vídeo con su encuentro para que se vea; la señora, digo.

La Sra. Izquierdo

     Tras saborear exteriormente la torre de la iglesia y la fachada del ayuntamiento, nos dirigimos a la ya inexistente puerta de Valencia donde Paco nos explicó no sin cierto pudor la simbiosis de los olmos y las acacias  
Paco, el olmo y la acacia

desde allí nos acercamos a la parte más alta del pueblo, la Plaza de la Unión Musical y el Calvario; esta vez aunque Joaquín puso el automático para la foto de grupo no hubiera sido necesario pues hubo quien se ocultó detrás de una de las columnas y apenas se vislumbra, aunque  si preguntáis por él a la fotografía, quizá se asome gritando ¡chas, aquí estoy! del mismo modo que el aldeano que haciendo la mili, le quiso enviar una foto a su madre y se colocó detrás del tronco de un frondoso árbol y cuando el fotógrafo le advirtió que su madre solo vería el árbol, él le contestó: -no, porque cuando mi madre diga, "¡qué árbol más bonito!, ¿pero donde está mi hijo?", entonces yo saldré detrás del árbol y gritaré ¡Chas, aquí estoy mamá!- , pues eso, probad a ver si resulta.

         Tras esto volvimos sobre nuestros pasos y después de atravesar en sentido contrario el portal de Teruel, nos dirigimos hacia los vehículos y dimos por finalizada nuestra visita a Sarrión, y nos encaminamos siendo ya mediodía a nuestro siguiente destino: 


ALBENTOSA



          Al contrario que Sarrión, Albentosa  ofrece al viajero variadas vistas panorámicas dado lo escarpado de su enclave, ya al vislumbrarlo tras el valle jalonado por hasta tres viaductos, ofrece su vista clásica con uno de ellos en primer término; elegimos no obstante para este lugar, una quizá menos conocida.
        La visita aunque breve por lo reducido de su centro, fue acogedora destacando por su encanto las cuatro esquinas que a la bajada de la Iglesia se entroncan con la calle perpendicular al ayuntamiento. 
      
 ya a la salida del pueblo aún nos detuvimos para hacer las últimas fotos al puente medieval y al Castillo y los viaductos 
y por fin nos decidimos a abandonar el lugar no sin antes "agradecer" al panadero Escriche la excelente ubicación de la furgoneta de su negocio que nos imposibilitó hacer una fotografía limpia de la portada de la iglesia; 
no obstante en su descargo decir que estas situaciones son recurrentes allá donde vamos, los ayuntamientos por lo general no cuidan estos detalles y no prohíben aparcar en sus lugares emblemáticos, ¡si, ya sé, estamos hartos de prohibiciones!, pero... 
       Visto pues Albentosa, nos dispusimos a saldar una cuenta pendiente que teníamos desde el viaje anterior, que no es otra si no contemplar por fin el

EMBALSE DE LOS TORANES

           al que llegamos tras un placentero paseo de poco más de un kilómetro. Lo fotografiamos para nuestra documentación pantanera, y volvimos por donde habíamos venido cruzándonos con multitud de excursionistas que hacia la presa se dirigían, venidos de tierras catalanas a juzgar por las conversaciones que entre ellos acertamos a escuchar. 
        Serían cerca de las dos de la tarde cuando emprendimos el viaje  a Mora con el propósito de comer antes de la visita monumental que se preveía interesante y prolija.

MORA DE RUBIELOS
             Ya estacionados a la vera del Castillo nos hicimos una foto de grupo antes de iniciar el recorrido recomendado por el plano turístico que días antes habíamos preparado -lo de habíamos es una licencia literaria, pues siempre es el mismo el que prepara todo- hela aquí
            No, no me he olvidado que había que comer primero, lo que ocurre es que el restaurante lo encontraríamos en nuestra ruta tarde o temprano y así ganaríamos  tiempo y metros, de manera que bajando por la Ronda de Martín Almagro desembocamos en la plaza de la Iglesia donde hicimos nuestro primer intento culinario con un fracaso estrepitoso, pues ni siquiera había un triste camarero en el bar el Escalón en el interior del establecimiento, así que lo abandonamos discretamente y proseguimos nuestra ruta adentrándonos en la plaza de las Monjas, de acceso al Portal de Cabras cuando serían ya las dos y media. Pero mirad, mirad,  
         Después de pisar un instante sobre el puente de Cabra para hacer una foto del Portal desde el exterior, penetramos de nuevo por el mismo y nos encaminamos hacia abajo por la calle Las Parras girándonos a nuestras espaldas para contemplar en todo su esplendor la torre de la Iglesia de la excolegiata de la Natividad y ya de frente, el conjunto de la bella arquitectura de las casas de la calle
    Si, ya sé que los viajeros no parecen prestarle mucha atención a la torre, ocupados en contemplar la fachada de la Casa Cortel, pero os aseguro que tan sólo un instante antes se la prestaban.
     Y llegados a este punto, como en anteriores viajes, la necesidad primaria venció al interés cultural y decidimos dejar el ARTE, con mayúsculas, por el arte culinario, pues los estómagos empezaban a protestar y con razón, después de un par de intentos más, por fin reservamos mesa en el Mesón Fuenjamón para las tres y media, hora muy española que nos permitió seguir nuestro itinerario antes de comer, a  partir del Portal de Rubielos, y el Portillo de las Cuatro Esquinas 


por la calle de Pedro Esteban hasta desembocar en el Portal de Alcalá 
      Desde aquí y acuciados por el hambre llegamos fácilmente por la calle Baja al mesón, para dar cuenta de las merecidas viandas que nos esperaban impacientes 
  La comida..., ¡qué decir para no herir susceptibilidades!, que siguió perdiendo calidad y ganando precio  con arreglo a anteriores viajes, esto no puede seguir así, definitivamente alguien se tiene que encargar de reservar en próximos viajes desde Zaragoza para evitar sorpresas y también para mayor tranquilidad y eludir el buscar con prisas un restaurante; ¿quién coge el cable?
       De nuevo en la calle y apenas sin darnos cuenta, la tarde empezó a caer y dieron las cinco, de modo que nos dirigimos desde la plaza de la Villa por la calle Villanueva  y allí nos encontramos con una casa que tenía instalada en su fachada una polea, y Paco con su noble lenguaje mañico nos explicó su función, que Antonio a su vez interpretó de una manera sui géneris; pero veamos y escuchemos que no tiene desperdicio
La polea o Garrucha


 Continuamos tras la disertación hasta el Nuevo Portal de Rubielos. 

    De regreso se estableció un debate sobre las técnicas de grabación que quedó plasmado, en esencia, en este vídeo
Teoría sobre el movimiento

Y ya sin apenas luz buscamos los vehículos para encontrar un lugar elevado y hacer las fotos panorámicas que todavía teníamos pendientes y cuyo resultado podéis apreciar en la muestra que más arriba he insertado, donde se aprecia la luz rojiza del atardecer.
      Sin tiempo para más dimos por acabada nuestra tercera visita a esta apasionante comarca, y cansados pero satisfechos nos protegimos del frío atardecer de Mora en los cómodos asientos de los coches e iniciamos el camino de regreso; media hora después a la izquierda, el cielo de  Sarrión que por la mañana nos acogía limpio y azul, ahora impregnado de una variada gama de naranjas, rojos, azules y negros con apenas unas gotas de luz, nos despedía nostálgico como nuestro estado de ánimo, 
 le sonreímos con aire cansado pero feliz, sabiendo que volveríamos de nuevo en nuestro próximo viaje con energías renovadas y la ilusión intacta. 


DATOS GEOGRÁFICOS,


 MONUMENTALES, HISTÓRICOS

1. SARRION

Gentilicio: Sarrionense
Nº de habitantes: 1155
Altitud: 981
Fiestas: Tercer domingo de septiembre


El viajero queda admirado por el magnifico conjunto urbano de Sarrión, donde la huella del pasado permanece inalterable y puede contemplar dos excepcionales monumentos históricos-artísticos como son el portal de Teruel y la ermita de la Sangre de Cristo. Su término comprende los caseríos de Abricuestas, Cerrellar, El Dislocado, La Calavera, Las Paradas, y San Cristóbal. En 1280 su iglesia era de la Orden del Temple.
El pueblo se estructura a partir de la plaza Mayor, casi todas las calles van a parar a la plaza.
La iglesia parroquial de San Pedro es obra del siglo XVIII, de mampostería y cantería; consta de tres naves, cubiertas por bóveda de medio cañón con lunetos, fue desmantelada en 1936. La torre campanario se alza también a los pies y sube esbelta de cantería y ladrillo.

La ermita de la Sangre de Cristo conserva su portada del siglo XIII. Por las calles del pueblo cabe admirar edificios de corte gótico y renacentista.

Aún son apreciables en nuestros días los restos de las antiguas fortificaciones con un sistema de torres y murallas que daban la vuelta a la villa. El actual portal de Teruel es, sin duda, uno de los que cerraban la población.

Se mantienen en el lugar antiguas formas artesanas, en especial por lo que respecta a la madera, el hierro y la cerrajería.
El viajero tiene donde mitigar su sed, saciar su hambre, o permitirse un reparador descanso en el restaurante el Terolano entre otros.
En Sarrión nació Juan García célebre cantador de jota que triunfó también como cantante de ópera y zarzuela.

2. ALBENTOSA

Gentilicio: Albentosino
Nº de habitantes: 317
Altitud: 952
Fiestas: En el mes de agosto



El castillo se enrisca en un cerro elevado, se tiene noticia de la fortaleza desde el siglo XII; posteriormente, los templarios obtuvieron el castillo y el lugar. En 1369 se pusieron en estado de defensa varios castillos. Durante la primera guerra carlista se reparó y se guarneció; hoy sirve de cementerio. Sorprende la irregularidad de su planta, siendo prácticamente cuadrada de unos 35m de lado con cubos redondeados en las esquinas.
El caserío queda a los pies del cerro, agrupado en torno a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Los Ángeles, edificio gótico-renacentista del siglo XVI, construido a base de mampostería y cantería de una sola nave cubierta de crucería estrellada y arco triunfal de medio punto. La portada es de tipo plateresco.

Los montes que cercan el casco urbano no alcanzan excesiva altura, tanto la carretera como el ferrocarril necesitaron elevados puentes, la mayoría de la calles del caserío conservan sus nombre primitivos. En el verano devuelven la vida los emigrantes que residen cerca distribuidos en el próximo Levante.


3 EMBALSE DE LOS TORANES


La presa de Los Toranes se sitúa en el municipio de Albentosa, se construyó en los años 50 en el cauce del río Mijares, sobre una superficie de 8 hectáreas y con una capacidad máxima de 0,5 hectómetros cúbicos. La obra fue construída mediante una presa de gravedad con una altura de 17 metros y una longitud en coronación de 30 metros.
En esta presa se aprovecha la diferencia de altitudes y el encajonamiento del río para la producción de energía eléctrica. Esta presa pertenece a la Confederación Hidrográfica del Júcar.


4 MORA DE RUBIELOS

Gentilicio: Morano
Nº de habitantes: 1756
Altitud: 1035
Fiestas: Finales de Septiembre y del Pilar


El casco urbano se parte en dos; son dos villas en una, Villa Vieja y Villanueva; los barrios conservan sus antiguos nombres.
La historia de la villa es conocida desde su reconquista en 1171. La primera cita del aljibe data de 1260, lo que demuestra la antigua tradición regante del municipio, y ya existia antes del siglo XV.
En un altozano dominando la población, se levanta el extraordinario castillo-palacio medieval, que ya existía en 1446. El edificio es de planta irregular y se adapta a la topografía del terreno. El patio tiene forma de rombo, el estilo se corresponde con el gótico mediterráneo; en 1972 se iniciaron las obras de restauración del edificio escenario de la mejor historia de la villa.

Las calles se adornan con plantas y flores, hay arcos medievales y estilo gótico en la iglesia parroquial; los aleros extienden su sombra sobre fachadas encaladas y en alguna de sus estrechas calles casi se tocan.

En el aspecto monumental también, destacan la excolegiata de la Natividad.
Cabe citar los incendios de la iglesia y el castillo en 1544 y 1700.
En la denominada guerra de Sucesión, Mora de Rubielos ganó la flor de lis para su escudo y el titulo de FIDELISIMA, honores éstos que siempre supo mantener en alto.
La alfarería, característica también de la zona, asoma por algunas puertas, es cerámica popular y responde a su primitiva función práctica y eficaz.
A Mora se la conoce popularmente como la villa del toro embolado que se remonta a 1347.
La huerta ocupa escasa superficie, Abundan mas los cultivos de monte.
Mora se encuentra envuelta entre maravillas insospechadas.



Fuentes:
                 - Aragón pueblo a pueblo. Ediciones Aguaviva.1985
                 - Wikipedia
                 - Elaboración propia


martes, 18 de octubre de 2011

SEGUNDO VIAJE: GÚDAR-JAVALAMBRE (II) 1 DE OCTUBRE DE 2011



CRÓNICA


Primero de Octubre, fecha histórica para muchos y señalada para nosotros. Iniciamos a las ocho el segundo viaje por las tierras de Teruel. Esta vez sí. Tenemos la foto de partida.


            Todos pulcros, sonrientes y abrigaditos. Un solo cambio con respecto al primer viaje. Igual número de viajeros aunque Julia ausente, no viene. Ocupa su lugar Paco, conocedor de plantas y árboles, en su saber nos entregamos para no ver sólo árboles y esta vez distinguir su especie. Dos horas de viaje apenas. Dos vehículos. Ocho ilusiones. Un destino:

SAN AGUSTÍN
           
                   Dibujo:José Arguedas

            Al abandonar la autovía apenas a tres kilómetros de San Agustín, una espesa niebla nos saludó, pero nuestros temores se disiparon al mismo tiempo que ella, al divisar el pueblo en la lejanía.
            En esta ocasión no cometimos la imprudencia de almorzar en el primer lugar a la entrada del pueblo sino que lo recorrimos prudentemente con los coches y una vez visto, elegimos un parquecito junto a las piscinas municipales, con bancos y hasta su columpio donde Irene, que hace fotos, nos hizo una demostración de sus habilidades.

  
            El almuerzo fue un poco anárquico: dada la abundancia de bancos cada uno se apropió del suyo, mientras José, hábil con el lápiz, que ya venía bien desayunado de casa se alejó unos pasos para iniciar su dibujo del día, al que en seguida se unió Mariví, de trazo ágil, que secundó la tarea.    
           
         Una vez saciado el voraz apetito nacido en nuestros inquietos estómagos, nos encaminamos calle arriba hacia la Iglesia, pasando por la plaza del Ayuntamiento en una mañana brumosa y placentera, con parsimonia, sin prisas, nos plantamos al pie de sus muros y José Mari, excéptico bloguero, nos leyó los pormenores del lugar entresacado de enciclopedias diversas, con voz firme y pausada.

        
Después de alcanzar la iglesia, cerrada hasta las doce según información recibida desde una ventana, aún continuamos el camino calle arriba hasta coronar el cerro que daba cobijo al pueblo. Arriba en su redondeada cima se alzaba la ermita de San Agustín, desde donde contemplamos a nuestros pies los bosques de pinos y carrascas, empañados en su lejanía por la molesta neblina que nos impidió divisar las más lejanas crestas señaladas en un panel explicativo instalado en el lugar. Foto de grupo con el automático que Joaquín, grabador de imágenes, preparó con esmero y que no os enseñamos porque no queremos. Bueno en su lugar, ved la preparación, más interesante sin duda.
    

      De vuelta a la plaza del ayuntamiento entramos en un bar cuyo nombre no recuerdo, para tomar el cafecito de turno y pedir consejo como en nosotros es habitual, cuando de tomar un camino dudoso se trata. 
                     Dibujo:Mariví Gómez

Éste era el caso, pues Lara, guía de carreteras no disponía de datos para ir a Olba, nuestro próximo destino, por pistas y caminos. La mamá-propietaria del bar, muy atenta, nos explicó con detalle la ruta a seguir, más bonita que por la carretera, ¡dónde va a parar!. Como experiencia estuvo bien y tras un ligero rodeo imprevisto, llegamos a la zona asfaltada con los coches llenos de polvo, pero contentos, ¡no nos perdimos!

Precioso valle el que recorrimos, al cruzar el puente donde finaliza el cañón del río Mijares, dejando a nuestro paso numerosas pedanías en enclaves bucólicos hasta desembocar en 


OLBA





        Atravesamos toda la población buscando donde aparcar y enseguida percibimos la limpieza de sus calles y la buena conservación de sus casas y edificios emblemáticos. Al final de la calle Mayor fue imposible continuar y seguimos el consejo que otra vez desde una ventana nos dieron, aparcar a la entrada. El grupo se dividió en dos, los que fueron con un vehículo a visitar un acueducto con una fuente que habíamos dejado atrás en nuestra aproximación a Olba y los que decidimos alejarnos monte arriba por el sur hacia San Cristóbal, para buscar la necesaria vista panorámica. Así pues mientras Irene, que hace fotos y José, hábil con el lápiz  se quedaban abajo en el puente sobre el río Mijares de la época de Carlos IV, Mariví, de trazo ágil, acompañada del narrador de viajes y de Luis, de firme carácter, subimos con paso decidido hasta alcanzar la cota precisa para hacer la fotografía. Con el deber cumplido volvimos sobre nuestros pasos al encuentro del resto de viajeros,


    
  aunque Mariví, de trazo ágil más que nunca, apenas sin detenerse nos dejó esta imagen de la Iglesia
  

                                 Dibujo:Mariví Gómez 

Ante el entusiasmo de nuestros amigos por su breve excursión, decidimos volver todos a visitar tan bello paraje, la fuente de la salud y el acueducto y puente del mismo nombre sobre el río Rubielos poco antes de su desembocadura en el Mijares. Merecida la admiración mostrada por éstos. 


        Después de realizar un merecido descanso al remanso de las aguas, emprendimos el viaje camino de nuestra siguiente población, con el propósito de volver a este hermoso valle para hacer una visita más reposada y recorrerlo detenidamente. Con las imágenes de Olba todavía en nuestras retinas divisamos en el horizonte las desperdigadas casas de 


FUENTES DE RUBIELOS



Pueblo tranquilo y pulcro. Entramos por sus calles a las 13.13, lo abandonamos veinte minutos después. Apenas dos recuerdos, su  iglesia y al rodearla, un diminuto arco adosado a uno de sus muros. 


        A ver. Sin duda en sus calles se elevan casas de bello porte, incluso alguna con un valor arquitectónico singular que no supimos vislumbrar, en los innumerables caminos descubriríamos bellos paisajes con rincones para soñar, en los que sin duda muchos adolescentes se han jurado amor eterno, y algún que otro cerro desde el cual un labrador ha soñado una cosecha excepcional que le sacara de la escasez cotidiana, sí, yo sé que como cualquier lugar del mundo la belleza reside en el interior de quien lo contempla, pero a nosotros, viajeros ocasionales, aficionados sin más, aprendices del arte de viajar, todavía se nos escapan los detalles de valor, iremos aprendiendo.
Abandonamos pues Fuentes y emprendimos el camino hacia el lugar que habíamos elegido para hacer la comida de mediodía. Como decíamos antes, el almuerzo, vaya, en lenguaje actual.
Existe un balcón natural en Rubielos viniendo desde Fuentes, puesto ni a propósito para hacer la vista panorámica, que nosotros no desaprovechamos.
        

        RUBIELOS DE MORA


Enseguida buscamos un lugar para aparcar los vehículos, aunque aquí disponíamos de un plano que habíamos preparado previamente, y lo hicimos cerca de la puerta de San Antón desde donde queríamos iniciar nuestro recorrido una vez hubiéramos cumplido con la obligación placentera de la comida.
        Tras un primer intento fallido elegimos el restaurante Victoria, donde las posibles bondades de los platos quedaron eclipsadas por el peculiar trato que, si se me permite, el posadero nos dispensó, no fue grosero ni amable, fue hosco, sin ganas de agradar, molesto por el excesivo número de comensales ¿?, que le obligaron a juntar dos mesas sin decir ni una palabra, ante nuestra duda de si nos teníamos que ir o por el contrario debíamos acomodarnos. ¿Sería porque le estropeábamos la distribución de las mesas que con tanto esmero había preparado?


     Pero como bien está lo que bien acaba, pues salimos medianamente satisfechos de nuestra aventura culinaria. Nos dispusimos como digo a entrar por la puerta de San Antón e iniciar por la calle la ruta recomendada en la web municipal que días antes habíamos descargado.


                                Dibujo:Mariví Gómez 


Como ya eran las cuatro de la tarde, el Sol nos frenaba ayudado por los estómagos agradecidos en plena digestión y avanzábamos pesadamente pero sin perder detalle viendo palacetes y casas modernistas con sus patios expuestos al visitante por sus dueños, a izquierda y derecha, hasta desembocar en la plaza de la Iglesia que fotografiamos profusamente desde todos los ángulos posibles.




A partir de aquí, iniciamos un viaje a ninguna parte, pues mientras unos nos dedicábamos a encontrar un inexistente castillo, otros se perdieron por calles anónimas…finalmente fuimos a reunirnos de nuevo, junto al convento de las Carmelitas, en la plaza del Carmen para salir del casco histórico por el portal del mismo nombre y dirigirnos a los vehículos para iniciar el camino rumbo a     

NOGUERUELAS


       El viaje fue rápido. Enseguida divisamos el pueblo encaramado en una loma con la iglesia atípicamente enclavada en la base de la misma. Inicié un rápido ascenso a una colina a nuestras espaldas, seguido de Paco, conocedor de plantas y árboles para hacer la fotografía que precede a este párrafo mientras los demás viajeros seguían hasta la plaza del Ayuntamiento para desde allí iniciar un rápido recorrido de ida y vuelta hacia la iglesia, pues la tarde se había vuelto desapacible y no invitaba al paseo

                              Dibujo:Mariví Gómez 

Ya de nuevo en la plaza José Mari, excéptico bloguero nos leyó la ficha del lugar ante la atenta mirada de José, hábil con el lápiz, y un gato que en un umbral descansaba


     Y apenas sin tiempo para esperar a una muy productiva Mariví, de trazo ágil que de nuevo nos deleitó con la iglesia del lugar, emprendimos nuestro viaje que en esta ocasión fue de regreso, porque así lo dispuso la red de carreteras que nos obligó a volver a Rubielos para desde allí, tras tomar un refresco, hacer el corto recorrido que nos llevaría al embalse de Balagueras; esta visita forma parte del propósito de visitar todos los embalses de la provincia para fotografiarlos, hacer un álbum y regalárselo a mi amigo Epi, experto en aguas, y que tanto los ama… corramos un tupido velo.


EMBALSE DE BALAGUERAS


        Una vez visitado el embalse, y después de que Joaquín, grabador de imágenes, de nuevo colocara el automático para el recuerdo, volvimos una vez más a Rubielos de Mora para ahora ya sí, dirigirnos hacia Albentosa, próximo destino programado. El caso es que a medida que lo hacíamos nos dimos cuenta de lo avanzado de la hora y la escasez de luz, con lo que para nuestro propósito significaba, así que decidimos acercarnos en su lugar al segundo embalse del día, el de Los Toranes, para lo cual contamos con la ayuda inestimable de Lara, guía de carreteras, que nos acercó cuanto pudo a nuestro destino hasta que una barrera en un puente sobre el Mijares


nos impidió continuar con los vehículos y nos vimos obligados a postergar hasta el próximo viaje la visita, pues había que hacer el último kilómetro a pie y ya eran las siete y veinte de la tarde, hora más que prudente para dar por finalizado nuestro viaje y regresar a casa.
 Antes de acabar y a modo de primicia de lo que será cuando  Joaquín, grabador de imágenes ya en el próximo viaje disponga del toma-vistas, os dejo el primer vídeo del blog, que  para nosotros significa lo mismo que la salida de misa de doce del Pilar significó para el cine patrio , no os digo más.
        
 Eusebio Antonio, narrador de viajes.

       
                                            Jose Mari, excéptico bloguero, en el río Mijares.

DATOS GEOGRÁFICOS, MONUMENTALES, HISTÓRICOS...

1. SAN AGUSTIN

Gentilicio: Sanagustiniense
Nº de habitantes: 154
Altitud: 959

Aparece el pueblo recostado en una suave ladera, el terreno se ondula en torno, con montículos de diferentes formas y alturas, los campos de labor llegan al pie del casco urbano.

 Su término comprende buen número de caseríos; los edificios son, por lo general, de buena mampostería. Sobresaliendo por encima de dichas techumbres observamos los volúmenes de la maravillosa Iglesia parroquial barroca construida en el siglo XVIII, cuenta con tres naves cubiertas con bóveda de cañón y lunetos. A los pies se yergue la enhiesta torre con dos cuerpos de mampostería y ladrillo.

Son varias las ermitas que se levantan en el en torno de la localidad, cabe destacar la de San Agustín del siglo XV que se alza en la cota maxima del casco urbano. Obra mudéjar, con nave cubierta a dos aguas y espadaña a los pies.
Muy cerca se levanta el denominado conjunto de Pradas formado por un castillo y ermita. Del primero conservamos la torre-fuerte de planta cuadrada con dos puertas de arcos de medio punto, aspilleras y remate almenado. También podemos contemplar huellas del amurallamiento y de un pequeño fortín.
En cuanto a la ermita de la Virgen de la Prada, cabe señalar que se trata de una atractiva construcción gótica de nave única y cubierta a dos aguas.
Finalmente, la ermita de Loreto fue construida hacia el año 1629, Su única nave aparece cubierta con bóveda de medio cañón y luneto. El atrio se apoya sobre columnas de piedra en los ángulos. Está en estado ruinoso.
En 1900 el lugar censó a 1200 habitantes. A finales del siglo XV tenía 28 fuegos. En el siglo XIX San Agustín llegó a rebasar ya los 1000 habitantes.


2. OLBA

Gentilicio: Olbense
Nº de habitantes: 231
Altitud: 658


Desde el puente de acceso a Olba se encuentra la panorámica del conjunto de edificios en un cerro de suave elevación, en el que se escalonan las construcciones primero y después los bancales, hasta alcanzar la ribera del Mijares.
El conjunto urbano se extiende a lo largo de unos 7 ú 8 km. a través de varios caseríos, algunos de ellos deshabitados.
Del casco urbano surge la plaza, con los edificios de la iglesia y del ayuntamiento, ambos del siglo XVII. Cuatro arcos de medio punto, sobre pilares de sillería, se abren a la lonja municipal. La torre de la iglesia es de planta cuadrada y sube con dos cuerpos separados, el interior del templo se distribuye en tres naves, y cuenta con una rica decoración pictórica. Aquí se conserva el mausoleo de Francisco Tadeo Calomarde, secretario de Fernando VII. Al exterior cabe destacar su cuidada portada neoclásica.


A un Kilómetro de la villa se encuentra la ermita de San Roque que data del año 1724.
Hay viviendas prehistóricas, en las situadas a la izquierda del río, se encuentra la toba cortada por las aguas casi verticalmente; en aquella pared se abrieron galerías;. la entrada sobre el lecho del río oscila entre quince a veinte metros y sólo encaramándose se puede llegar a la boca. Los habitantes se encontraban así a cubierto de todo peligro.
Olba cuenta entre sus nacidos con el afamado y reconocido modisto de alta costura Manuel Pertegaz.




3. FUENTES DE RUBIELOS

Gentilicio: Fuenrubielano
Nº de habitantes: 137
Altitud: 962



Los campos de labor se extienden junto a las casas recortadas en la ladera del monte. El río Rodeche, discurre algo distante del casco urbano, pero los vecinos acuden a el durante el verano para bañarse.
Los edificios son de mampostería y destaca el antiguo ayuntamiento, dentro de la arquitectura civil.
Luego está la iglesia parroquial de la Asunción, obra de mampostería y cantería
del siglo XVII, con tres naves, la central cubierta con bóveda de medio cañón y las laterales con bóveda de arista. En el lado del Evangelio, se alza la torre de dos cuerpos de planta cuadrada y remata con chapitel en forma de pirámide.
El templo fue desmantelado en la guerra de 1936, y del siglo XVII conserva tan sólo dos lienzos.


La ermita de Santa Isabel en ruinas está situada sobre los restos del antiguo castillo, buen ejemplo del estilo gótico tardío rural, y uno de los balcones más hermosos de la Sierra de Gúdar.
Próxima al pueblo se levanta la ermita de la Magdalena; es una construcción anterior a la parroquial del siglo XV o XVI, con pórtico apoyado en pilares con zapatas de piedra. En el retablo central se nota la influencia manierista. Quedan fragmentos de otro retablo del siglo XVI y un frontal policromado del XVIII.
Fuentes de Rubielos cuenta con viviendas de turismo rural que nos ofrecen la oportunidad de alojarnos en un entorno diferente.



4. RUBIELOS DE MORA

Gentilicio: Rubielano
Nº de habitantes: 780
Altitud: 929



En el pueblo florece el arte por todas partes, a caballo de la historia; fue una plaza amurallada, cerrada por siete portales de los que sólo dos el del Carmen y San Antonio han llegado a nuestros días. El núcleo urbano se extiende sobre la margen derecha del río Rubielos.


Aseguran que el origen del topónimo es romano, se halló un pequeño cántaro saguntino con doscientas medallas de oro y plata, todas ellas de los emperadores romanos. Pasear por las calles es un gozo por la belleza de sus edificios y monumentos.


Aún pueden verse todavía, junto al río, los lienzos del viejo castillo lleno de historia del siglo XIV.
Sobresale del conjunto urbano el monumental edificio de la iglesia de Santa María la Mayor del siglo XVII; la primitiva parroquial fue la del convento de las agustinas del siglo XIV.

Dentro del casco urbano se levantan cuatro ermitas, edificios todos ellos del siglo XVII.
                              
A extramuros se encuentran las ermitas de San Roque de San Antón, de los mártires, de Sta. Barbara, de Sta. Isabel, de San Miguel Arcángel de Sta. Ana y del Calvario. En el casco urbano la arquitectura popular alcanza su máximo esplendor. Campean los escudos del siglo XVI.
Los Edificios modernistas son por igual interesantes; cualquier descripción puede resultar pobre ante la realidad.


El pueblo cuenta con un casco urbano antiguo muy bien conservado, premiado con el premio Europa Nostra en 1983.




5. NOGUERUELAS

Gentilicio: Nogueruelano
Nº de habitantes: 249
Altitud: 1146


El pueblo está situado sobre una colina que divide en tres el núcleo urbano: el barrio alto, el de la iglesuela y el de Caballá. El conjunto es sumamente pintoresco a sólo seis Km. de Rubielos de Mora.
Conserva, al cabo de los años, su rancio sabor, con una arquitectura popular interesante, a base de buena mampostería con pátina de siglos.
Destaca el ayuntamiento de tres plantas, construido en el siglo XVI, con lonja de dos vanos en la planta de la calle, balcón corrido de forja en el piso noble y galería aragonesa en el remate de la fachada.


Del XVII es la casa parroquial. En la calle del Horno se alza otro edificio del siglo XVIII de mampostería de cuatro plantas balconada y alero de madera.
Cabe admirar los edificios del caserío se Santa Bárbara excelente muestra de arquitectura rural.
La iglesia parroquial está dedicada a la Asunción y es de mampostería con tres tramos y un interesante juego de lunetos con bóveda de arista, es gótico del siglo XIV o XV. Adosada a los pies se eleva la torre campanario de dos cuerpos de mampostería y ladrillo.

                
Además de la ermita de Santa Bárbara hay otras dedicadas a la Virgen del Carmen, a los mártires y a la Magdalena. La del Carmen es del siglo XVIII, de mampostería; su única nave se cubre con bóveda de medio cañón y en la actualidad se encuentra abandonada. De los siglos XVII y XVIII es la ermita de los mártires y la ermita de la Magdalena es la mas antigua de todas del siglo XVI.
Hay buen número de fuentes con nombres sonoros; Tajo, Corral de Fortuño, Hontanal, Teja, Cubo Cabezas, Corella, Las Torres… y hay piscina municipal.

Fuentes:
                 - Aragón pueblo a pueblo. Ediciones Aguaviva.1985
                 - Wikipedia
                 - Elaboración propia
                 - http://www.gudarjavalambre.es/