jueves, 31 de julio de 2014

VIGÉSIMO CUARTO VIAJE: CUENCAS MINERAS (III) 26 DE JULIO DE 2014


Por primera vez y sin que sirva de precedente no salimos del Seminario, ya que José y yo nos fuimos a recoger a Ernesto,- ¡décimonoveno viajero ya!- a la esquina de su calle. Si nos diera por ir a todos en un mismo viaje tendríamos que alquilar un micro-bus.


Por cierto, lugar de partida (Pº María Agustin arriba en el Portillo) con histórica solera viajera, autobuses, trenes...

LA ZOMA
La Zoma perteneció a la orden de Calatrava. A finales del siglo XVI se explotaban minas de plomo.
Gentilicio: Zomito
Población:19 Hab. (2013)  
Altitud: 1151 m.s.n.m.

Por primera vez también, perdonamos el almuerzo, así que un poquito antes de las diez ya estábamos recorriendo el pueblo, como siempre cuesta arriba en busca de la iglesia y ya abajo en la plaza del ayuntamiento platicando un poco con unos zomitos residentes en Zaragoza, de veraneo en su pueblo.




Abandonamos pesarosos La Zoma, y sus tranquilas calles; iglesia y ayuntamiento con sus más de cuatro siglos a sus espaldas y los montes de pinos y carrascas que nos rodeaban invitaban a quedarse, pero el viajero se debe al camino que es su guía.

CAÑIZAR DEL OLIVAR
Cañizar del Olivar se había denominado Cañizar, el cambio de denominación se produce en 1916
La localidad toma el nombre del monasterio situado en sus inmediaciones, perteneciente a la Orden de la Merced y dedicado a la Virgen del Olivar
Gentilicio: Cañizarino
Población:98 Hab. (2013)  
Altitud: 954 m.s.n.m.

Toda la paz que traíamos de La Zoma se perdió de inmediato en Cañizar, pues una chiquillería bulliciosa jugaba junto a unas pacas de paja, en un campo segado, junto al camping/campamento juvenil que había a orillas del río Estercuel.


Una vez dimos por visto todo lo que creímos interesante, pregunté al encargado del camping por el lugar más idóneo para fotografiar el conjunto del pueblo y muy amable me indicó el camino a un mirador que una vez aproximado con el coche, debería subir andando el último tramo para en apenas cinco minutos llegar.- ¡fácil, el lo había hecho con su hijo de cinco años!-  Está claro que no lo entendí, veamos.
A medida que iba subiendo mi desconfianza aumentaba, pero al mismo tiempo algo me impulsaba a seguir, por fin alcancé el collado donde se debería ver el pueblo pero lo único que se veían eran unas naves que había al noroeste, pues el pueblo estaba tapado por un monte que entre él, y yo y mi collado estaba. ¡Me pasé un par de montes! 
Creo que es la acción más estéril que he hecho en mi vida; así que deshice el camino andado, corriendo y corrido hasta alcanzar el coche donde me esperaban mis amigos. 
Me resisto a no dejar constancia de mi error, así que aquí adjunto el itinerario y perfil por si alguien quiere emularme, y un par de fotos,  la panorámica que se divisa desde allá arriba, y una pequeña presa en el camino.



El mirador donde debería haber subido está pegadito al pueblo, no había por qué alejarse dos kilómetros.
¡No solo vamos a contar los aciertos! además los errores son más literarios, lo previsible es más aburrido sin duda. 

CASTEL DE CABRA
Se denominaba Castel de Cabra desde 1495. Entre 1713 y 1787 aparece nombrada como Cabras. Después de esa fecha vuelve a llamarse Castel de Cabra.
Gentilicio: Castelcabrense
Población:131 Hab. (2013)  
Altitud:1088 m.s.n.m.

Era ya mediodía cuando entramos en Castel, a lo largo de la calle Mayor, para desde ella acceder a la imponente iglesia de nave única de mampostería y cantería, encerrada entre estrechas calles que dificultaban al fotógrafo su labor; estrechas calles que después nos llevaron a la plaza del ayuntamiento que los viajeros recibieron con desahogo al pasear por ella.




Todavía callejeamos un poco antes de volver hacia la calle Mayor y abandonar el pueblo camino de

PALOMAR DE ARROYOS
Se denominaba Palomar hasta 1920, desde entonces aparece ya como Palomar de Arroyos.
Gentilicio: Palomino
Población:186 Hab. (2013)  
Altitud: 1206 m.s.n.m.

Al llegar a Palomar nos dirigimos directamente a la ermita del Salvador desde donde tomamos esta imagen del pueblo presidida por este precioso barbecho 


La ermita, el olmo, la grafiosis, el mildiu y la filoxera

 No nos entretuvimos mucho pues estábamos deseosos de tomar una cervecita reparadora en la terraza que el único bar del pueblo tenía instalada en la misma plaza Mayor, donde cómodamente contemplamos el conjunto iglesia-ayuntamiento.



Una vez descansados y evaporados los efluvios cerveciles, para una mejor conducción, partimos ya cerca de las dos de la tarde, con premura, hacia Escucha, pues los estómagos empezaban a protestar.


ESCUCHA
La primera mención aparece en 1171 en la carta pueblo de Teruel, es de etimología desconocida y no tiene posible relación con el verbo "escuchar".
Gentilicio: Escuchano
Población:1003 Hab. (2013)  
Altitud:1072 m.s.n.m.
En la anterior vista del pueblo he dejado fuera conscientemente la gran chimenea de la Central Térmica, imagen unida a Utrillas de siempre, pero que hace un par de años dejó de funcionar, así al menos solo aparece ese gran edificio en esqueleto, abandonado, que preside la fotografía y por lo menos se suaviza la imagen de decadencia.
La crisis ha golpeado especialmente en Utrillas, la actual población, alta para la zona, tendrá complicado mantenerse, sin la Central, y sin el anterior cierre de las minas.
Precisamente fue al Museo Minero donde nos dirigimos con la intención de comer antes de visitarlo por la tarde en visita concertada, pero nos informaron que el restaurante estaba cerrado y que no encontraríamos uno en todo Escucha, así que dimos con nuestros huesos en el Hotel Villa de Utrillas;


donde comimos opíparamente, tanto, que en opinión de José fue la mejor comida desde que iniciamos estos viajes, en cualquier caso aquí queda dicho, por si Álvaro, el amable camarero, tropieza con estas líneas. 
Así pues, como hasta las cinco no teníamos la cita con el museo minero nos fuimos a Escucha, con dos objetivos, visitar el pueblo y encontrar a un vecino compañero de José en tierras americanas, de nombre Dionisio, que no veía desde hacía más de  ¡40 años!
  

¡Objetivo cumplido! Aunque Dionisio no estaba, si pudimos hablar con sus hermanas, y tras intercambiar teléfonos prometimos que en el próximo viaje a Utrillas, haríamos porque se vieran Dionisio y José por fin. 
Al interior de la mina "ya se verá", declinó hacer el descenso José por aquello de la claustrofobia, de manera que mientras tanto se entretuvo en dibujar lo que sus ojos veían desde el parque del museo


El recorrido por las galerías mineras fue muy interesante y ameno con las precisas explicaciones de la guía, cerca de dos horas de emociones y descubrimientos para los profanos de esta actividad.
Todos sabíamos de la dureza de la vida del minero, que solo acababa cuando emergían tras el fatigoso turno a la superficie y volvían a ver la luz y a sus familias; imaginaos un minero que estuviera condenado de por vida a arrastrar vagonetas, con la única pausa del descanso justo para comer y dormir y de nuevo a la faena, así hasta el último día de su existencia sin volver a ver jamás la superficie; pues esta era la condición de las mulas empleadas en esta y todas las minas del mundo, entraban con los ojos vendados y terminaban ciegas allá en las profundidades oscuras de la mina hasta su muerte, solo una enfermedad que les impidiese trabajar acababa con la esclavitud de la infeliz.
Es lo que más me ha impresionado de la visita, estos pobres seres olvidados, por eso es de agradecer al museo minero de Escucha que se hayan acordado de ellas y  estén presentes en sus representaciones. 
Dejo un enlace donde se habla con más profundidad del tema. 

http://www.villanuevadelasminas.es/cultura/literatura/hinojo/11_2006.htm


Teníamos previsto visitar también Utrillas como final del viaje, pero después de tantas emociones terminamos aplanados y hubo unanimidad en dejarlo para la próxima, así que sin más emprendimos el regreso a nuestra Zaragocica, tarareando aquella canción de mi adolescencia que cantaba Víctor Manuel y que ahora cuarenta y cinco años después comprendo un poco más.


El abuelo Vítor
 

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